Cuando la política mexicana le dé 'like' a la inteligencia artificial
Erick Valdepeñas
9 oct
2 Min. de lectura
Por Erick Valdepeñas.
La inteligencia artificial dejó de ser tema de geeks y conferencias para volverse parte de la política. Afuera de México ya se está usando en serio: en Dinamarca existe un partido creado con IA, The Synthetic Party, que en 2022 propuso llevar las demandas de gente olvidada por el sistema a través de un algoritmo. En Japón, en 2025, un partido decidió poner a una IA como su líder tras malos resultados, entrenándola para tomar decisiones puntuales. Y en Rusia, la cosa se fue por otro lado: la IA se usa como arma de manipulación, con deepfakes, audios falsos y granjas digitales que buscan mover elecciones enteras.
O sea, ya no hablamos de ciencia ficción: la IA está sentada en la mesa política global.
Ahora, lo que a muchos les preocupa: ¿se acabaron las chambas para consultores, asesores o community managers? La respuesta es no. La IA hace rápido lo mecánico: redactar borradores, ordenar datos, simular escenarios. Pero la política no es Excel: es instinto, lectura de contexto, calle, sensibilidad para entender cuándo una palabra prende o mata un discurso. Eso no lo programan ni con mil GPUs. La IA no reemplaza, potencia.
En México todavía no tenemos un "candidato IA" real, más allá de experimentos sueltos y ocurrencias mediáticas. Pero mi lectura es clara: para 2033 veremos la primera candidatura hecha con inteligencia artificial en serio. No un avatar viral para hacer ruido, sino un proyecto con estructura, narrativa y respaldo social. Un candidato que no se cansa, que no arrastra escándalos y que puede estar en todos lados al mismo tiempo. Ese día la política mexicana va a cambiar para siempre.
La IA ya es el nuevo campo de batalla de la comunicación política. Ignorarla es quedarse atrás. Y si seguimos actuando como si esto fuera una moda pasajera, cuando llegue 2033 nos va a agarrar sin plan.
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