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Publicidad Política Digital: ¿Estás Invirtiendo o Simplemente Gastando?

  • Foto del escritor: Sergio Arellano
    Sergio Arellano
  • 9 oct
  • 2 Min. de lectura
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Por Sergio Arellano.


Cada vez que se acerca una elección, la misma pregunta nos taladra la cabeza: ¿esta inversión en publicidad digital es dinero bien gastado, o se va a esfumar en un mar de 'me gusta' y reproducciones?

La verdad es que la respuesta no está en el tamaño del presupuesto, sino en la estrategia con la que lo usamos.


El Riesgo de Disparar a Ciegas


Imagina que estás repartiendo volantes. Si los tiras a la calle sin pensar, claro que llegarás a miles de manos, pero ¿cuántas de ellas realmente importan para tu campaña? Cien, quizás.

Hacer pauta digital sin una dirección clara es exactamente eso: disparar a ciegas. Puedes presumir de un gran alcance, pero si ese alcance no te acerca a tus objetivos reales (que la gente te reconozca, que entiendan tus propuestas, que sientan simpatía o, la más importante, que vayan a votar), ese dinero es un gasto que se diluye.


La Magia de la Medición


Aquí es donde lo digital le gana por goleada a los medios tradicionales. Antes, pagabas una fortuna por salir en un espacio y tenías que cruzar los dedos para que funcionara.

Hoy, la publicidad digital te da un superpoder: puedes medir cada peso invertido.

  • El alcance te dice a quién llegaste.

  • Las interacciones revelan qué tan bien conectó tu mensaje.

  • Las conversiones te muestran quién dejó de ser solo un espectador para volverse un simpatizante activo (se registró, fue a un evento, se ofreció como voluntario).

Estas métricas son oro molido, porque te permiten ser un piloto de carreras: ajustas el volante en tiempo real. Si algo no funciona, lo paras. Si algo vuela, le metes más turbo, ósea inviertes más. De esa forma, dejas de tirar el dinero en anuncios que nadie mira o que no mueven la aguja.


La Clave es la Afinidad, No la Cantidad


Cometer el error de pensar que la publicidad digital es solo para inflar cifras de seguidores o 'likes' es el despilfarro más caro de la política moderna. Esos números se ven impresionantes en un informe, pero si no están conectados con la meta electoral real, son un gasto estéril.

La verdadera inversión pasa por entender que esto no es un producto que se lanza y se olvida. Es un motor que hay que alimentar y afinar constantemente:

  1. Segmentación Precisa: Asegúrate de que el mensaje le llegue a la persona correcta. ¡Que no te vea todo el mundo, sino la gente que te necesita!

  2. Creatividad que Conecta: El anuncio no solo debe verse, debe sentirse. Tienes que tocar una fibra emocional que impulse a la acción.

  3. Optimización Continua: Usa esos datos para multiplicar tu efectividad cada día.


La Conclusión: ¿Ganar o Perder?


La publicidad política digital no es cara ni barata per se.

Es una inversión cuando se piensa, se dirige, se mide y se optimiza con inteligencia.

Pero se convierte en un gasto si se improvisa, se usa sin estrategia o se deja al azar, esperando un milagro.

En un escenario electoral donde cada voto cuenta, entender esta diferencia no es un detalle técnico. Es la línea que separa gastar de ganar.

 
 
 

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